“Tomando en consideración el reconocimiento oficial por el Gobierno de Canadá y las organizaciones internacionales de la condición de criminal de guerra de Yaroslav Hunka, como exmilitar de la división Galizien de las SS, ordeno elaborar de manera operativa, junto con las fuerzas del orden de Rusia y Bielorrusia, un recurso ante las autoridades canadienses, así como ante la Interpol, para su extradición a fin de llevar a cabo un juicio público”, declaró Shoigú.
El ministro agregó que los hechos de la participación directa de Hunka en las atrocidades contra la población civil soviética, incluido el genocidio de polacos y judíos, “dan todas las razones para exigir su extradición para el enjuiciamiento”. Shoigú subrayó que estos crímenes contra la humanidad son imprescriptibles, e indicó que Canadá ratificó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de las Naciones Unidas.
“El refugio de este criminal nazi, o simplemente, fanático, cuyas manos llevan la sangre de cientos, si no miles de nuestros ciudadanos, incluidos niños, no puede justificarse por ninguna razón”, recalcó.
El pasado 22 de septiembre, Hunka, veterano nazi ucraniano de 98 años que luchó en las filas de la 14 División de Granaderos Waffen de las SS nazis contra la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), recibió dos veces una ovación de pie por parte de toda la legislatura canadiense, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el mandatario ucraniano, Vladímir Zelenski. Esta división es conocida por sus atrocidades contra los judíos, polacos, bielorrusos y eslovacos.
