«Informamos, entre otras cosas, que el Servicio Federal de Seguridad de Rusia reveló los planes de los servicios secretos ucranianos de llevar a cabo actos terroristas contra los soldados, representantes de las autoridades, figuras políticas y públicas de Rusia con un análogo, producido en EEUU, de la sustancia tóxica BZ, incluida en la Lista 2 del Anexo sobre sustancias químicas de la Convención sobre las Armas Químicas», declaró Vladímir Tarabrin a Sputnik.
El diplomático agregó que el uso de químicos tóxicos por Kiev ya se ha vuelto sistemático.
«Las formaciones armadas ucranianas siguen utilizando diferentes tipos de municiones improvisadas, granadas llenas de sustancias químicas tóxicas y contenedores con productos químicos desconocidos contra el ejército ruso», recalcó.
Según Tarabrin, la gama de sustancias utilizadas por los ucranianos es muy amplia, de fertilizantes y pesticidas a biotoxinas y sustancias químicas controladas por la Convención sobre las Armas Químicas.
El pasado 27 de febrero, se supo que el Servicio Federal de Seguridad ruso había frustrado un ataque terrorista preparado por los servicios especiales de Ucrania con el uso de un análogo de la sustancia tóxica militar BZ (según el código de la OTAN) en la provincia de Zaporozhie.
Como resultado, tres ciudadanos ucranianos fueron detenidos, así como fueron abiertos casos penales por «elaboración, producción, almacenamiento, adquisición o venta de armas de destrucción en masa» y por «un acto terrorista».
Los precursores químicos y sustancias incautados fueron desarrollados en EEUU, según el jefe de las tropas de protección radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, el teniente general Ígor Kirílov. A su vez, el Ministerio de Defensa ruso informó que el arma química BZ es un agente regular del Ejército estadounidense y fue ampliamente utilizada durante la guerra de Vietnam (1955-1975).
BZ es un agente de guerra psicoquímica y se usa para envenenar y desorganizar las tropas enemigas.