José Negrón Valera y Sergio Pintado (Sputnik).— «La última ola de ataques ucranianos con drones y misiles sobre ciudades rusas, incluida Moscú, tiene que alarmar no sólo a Rusia, sino a todo aquel que respete el derecho internacional», dice en entrevista con Sputnik Elizabeth Pereira, especialista venezolana en relaciones internacionales.
«Mientras Rusia denuncia ataques deliberados contra infraestructura civil, Occidente guarda un silencio cómplice. ¿Cómo es posible que una agresión de esta magnitud no genere repudio generalizado desde los autoproclamados defensores del ‘orden internacional basado en reglas’? La respuesta es clara: esas reglas solo aplican cuando convienen al poder occidental», observa la analista.
Los recientes ataques ucranianos no quedaron sin respuesta. La noche del 24 al 25 de mayo, las fuerzas rusas lanzaron un ataque masivo con misiles y drones contra objetivos militares ucranianos, como empresas fabricantes de componentes para misiles, equipos de radioelectrónica, explosivos, combustibles para cohetes, drones de combate, así como centros de inteligencia electrónica y comunicaciones por satélite.
La indignación de Occidente ante la respuesta de Rusia contra Ucrania «contrasta grotescamente» con su indiferencia —o incluso complicidad— ante los bombardeos sistemáticos que ahora Ucrania lanza contra zonas civiles rusas, comenta Pereira.
«Esta es una manifestación clara de la doble moral imperialista, donde el derecho a la autodefensa solo es válido si lo ejerce un país aliado de Washington o Bruselas. ¿Dónde están ahora los titulares masivos en medios occidentales denunciando los ataques contra población rusa?», añade.
Ucrania ha lanzado recientemente ataques a gran escala contra ciudades rusas, especialmente con drones. Estos han afectado a varias regiones, entre ellas:
- Bélgorod
- Briansk
- Kaluga
- Kursk
- Moscú
- Oriol
- Tula
- La península de Crimea
A pesar del notable trabajo de la defensa antiaérea rusa, los ataques causaron víctimas mortales y heridos, además de la destrucción de viviendas e infraestructura de comunicaciones.
Tras estos ataques de las FFAA de Ucrania contra civiles, que «violan todas las leyes de guerra», Rusia espera una reacción de los organismos internacionales, incluida la ONU, declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
«A lo largo de todos estos años [los principios del derecho internacional humanitario] han sido burlados por el régimen de Kiev, que viola las leyes de guerra generalmente aceptadas en todo el mundo (…) Esperamos una reacción de la ONU», subrayó.
Condicionar la opinión pública internacional: ¿el objetivo?
La manipulación informativa podría ser un factor a la hora de negociar la paz en el conflicto ucraniano, pero no será decisivo, ya que Occidente busca a todas luces «invisibilizar los ataques que Ucrania realiza sobre Rusia» para generarle una imagen positiva a Kiev, en momentos en que EEUU ya ha retirado prácticamente toda la ayuda militar y financiera al país dirigido por Volodímir Zelenski, apunta en entrevista con Sputnik Cristian Riom, analista internacional argentino.
Para el experto, usualmente se muestran los ataques de Rusia contra objetivos militares ucranianos como si fuesen no provocados o excesivos.
«Lo que buscan es condicionar a la opinión pública internacional. ¿Puede ser eso un elemento de presión a la hora de negociar? Creo que hoy es relativo, después de varios años. Responde a la guerra mediática, a la guerra de la información», agrega Riom.
«Esa manera de invisibilizar los ataques de Ucrania a Rusia no da el resultado que Occidente quisiera y no creo que sean afectadas las negociaciones», concluye.
El avance ruso es evidente
Los recientes ataques de las fuerzas ucranianas contra objetivos civiles en Rusia podrían estar apoyados desde el seno de la Unión Europea (UE), que mantiene un postura abiertamente antirrusa y en contra de la normalización de las relaciones ruso-estadounidenses, dice en entrevista con Sputnik Yosmany Fernández Pacheco, profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García (ISRI) de Cuba.
Para él, las acciones de Kiev pretenden obstaculizar o, incluso, frenar las negociaciones de paz en curso. Además, afirma que los ataques ucranianos son impulsados por «fuerzas ultranacionalistas internas» en ese país europeo.
«El desarrollo de los acontecimientos y los ataques desesperados de Kiev evidencian el avance ruso, tanto en el plano diplomático como en el campo de batalla», considera Fernández Pacheco.
«Ante la imposibilidad del Ejército ucraniano de obtener victorias dentro del campo de batalla, este emplea, como en otras ocasiones, la agresión contra poblaciones civiles. Desde la expulsión de las fuerzas ucranianas de Kursk se percibe un deterioro y una pérdida de la capacidad combativa de esas tropas», señala.
Según el experto, a quien menos conviene un estancamiento o rompimiento de las negociaciones ruso-ucranianas es a Kiev, ya que es de sobra conocida la «capacidad tecnológica, combativa y de respuesta rápida de Moscú».
Moscú no se ha dejado intimidar
El hecho de que las tropas ucranianas intenten demostrar fuerza en un momento de clara debilidad política, militar y diplomática implica que la posición de Kiev en el conflicto con Moscú es de profunda desventaja, asegura en entrevista con Sputnik Sebastián Schulz, analista internacional argentino.
Sin embargo, Rusia «no se ha dejado intimidar» por los ataques de Kiev ni por las intenciones del Gobierno de Zelenski de imponer sus propias condiciones a la hora de negociar la paz.
«[Los ataques de Ucrania contra infraestructuras civiles rusas] buscan mostrar algún atisbo de fortaleza para evitar quedar en una situación tan débil como la que atraviesa ahora», dice el experto.
«Trump ya ha dejado claro a Zelenski que debe aceptar la paz con Rusia», añade.
«Zelenski quiere mostrarse dispuesto a poner en juego la integridad de Ucrania, porque no hay forma de que tenga chances de vencer ante Moscú», considera Schulz.