Las relaciones entre Rusia y China han alcanzado un nivel sin precedentes y se presentan como un modelo de interacción constructiva entre grandes potencias en el siglo XXI, afirmó el embajador ruso en China, Ígor Morgulov.
Durante un foro diplomático en Beijing, Morgulov señaló que la relación bilateral ha logrado un máximo histórico en términos de profundidad, estabilidad y confianza mutua, desarrollándose de manera constante y dinámica. La información fue reportada por Global Times, socio de TV BRICS.
Destacó que 2026 será un año emblemático para ambos países, al conmemorarse el 25.º aniversario del Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa y el 30.º aniversario del establecimiento de su asociación estratégica de coordinación.
Según Morgulov, el tratado fundamental firmado en 2001 ha demostrado una resiliencia a largo plazo. Tras su vigencia inicial de 20 años, que expiró en 2021, fue prorrogado y se espera otra renovación en 2026, reforzando el marco legal y político que sustenta las relaciones entre Moscú y Beijing.
El embajador también destacó la implementación de viajes mutuos sin visa como un avance importante durante el último año, señalando que la política ya ha generado resultados tangibles al ampliar el turismo y los intercambios entre personas, al tiempo que abre nuevas oportunidades para una cooperación más amplia.
Al referirse al contexto internacional, Morgulov afirmó que Rusia y China desempeñan un papel clave en la promoción de un mundo genuinamente multipolar.
