El horror que producen las brutales acciones sionistas en Gaza y Cisjordania es expresión patente de la incapacidad de Occidente y del capitalismo de proporcionar paz y desarrollo a la humanidad. El sionismo se ha propuesto – en nombre de un supuesto mandato divino- barrer a los palestinos del territorio que les pertenece. Estos hechos son comparables con los crímenes más horrendos en la historia: el esclavismo, el señorío feudal y su plan de exterminio, los genocidios coloniales de Europa en África y América Latina y el Caribe, las dos guerras mundiales que incluyeron la barbarie nazi-fascista en su afán de aniquilamiento de comunistas, judíos y gitanos y el exterminio de los pueblos originarios durante la expansión estadounidense en el norte de América.