El propósito de este artículo no es tanto describir los formidables ejércitos de la OTAN que actualmente se enfrentan a Rusia, sino echar un vistazo a los Jesús rastreros, que vitorean la agresión de la OTAN, cuando no están intimidando a músicos rusos, atacando embajadas rusas o denunciando a Masha y el oso como la más vil de las propagandas rusas.