En la tarde del día de ayer 22 de abril, miles de trabajadores y trabajadoras acudieron a Roma, para secundar la manifestación convocada por el sindicato Unione Sindicale di Base (USB) y otras entidades. En el mismo día tenía lugar una huelga convocada en numerosos sectores productivos italianos, desde la industria hasta la logística, pasando por la agricultura o los puertos.
“Abajo las armas, aumenten los salarios” fue la consigna de la pancarta de apertura, un lema que se había ido difundiendo en los anteriores días y semanas, y que señala la vinculación que hay entre la guerra imperialista y la OTAN, y las políticas que aplican los diferentes gobiernos de la burguesía. Además de este lema, se planteaban una serie de exigencias al gobierno y a la patronal, «en un momento de crisis ya agudizada por la pandemia y más aún por una guerra que se está aprovechando para liquidar lo poco que queda del estado del bienestar», en palabras de los convocantes.
A las protestas también asistió un importante número de estudiantes, que por la mañana ya se habían manifestado en el Ministerio de Educación junto con los estibadores de Génova. La clase obrera organizada está llamando a una alianza social con los estudiantes y con muchos otros sectores populares, para hacer frente a la grave situación en la que nos encontramos. En Italia, como en muchos otros países, los niveles de pobreza no paran de aumentar.
