“Pedimos que se inicie una investigación internacional e imparcial lo antes posible para que los responsables del asesinato de nuestro colega Zhuravliov sean llevados ante la justicia”, dijo a esta agencia.
El jefe de la organización expresó sus profundas condolencias a la familia del fallecido y a todos sus colegas.
El Sindicato también condenó el asesinato del periodista ruso y agregó que los comunicadores del país africano están “profundamente entristecidos” por lo sucedido.
Además, instó a cesar los ataques contra los reporteros y reporteras que trabajan en zonas de conflicto en todo el mundo.
La ONU lamenta la muerte del corresponsal ruso Rostislav Zhuravliov
La víspera, el Ministerio de Defensa de Rusia informó de la muerte de Zhuravliov durante un ataque ucraniano contra un grupo de periodistas de Sputnik y del diario ruso Izvestia en la zona de las hostilidades en Ucrania, que provocó asimismo heridas a otros cuatro corresponsales. La muerte se produjo a causa de las heridas por la explosión de una submunición en racimo.
Diseñadas expresamente para causar la pérdida de vidas humanas y lesiones en un área amplia, independientemente de quién o qué sea el objetivo, las municiones de racimos están prohibidas por una convención suscrita por 123 países.
El pasado 7 de julio, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de asistencia militar para Ucrania que incluía municiones en racimo.
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El 16 de julio, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo que su país tenía derecho a usar armas similares, de las que tiene muchas existencias, si tal armamento era usado contra sus fuerzas.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, confirmó que las bombas de racimo ya estaban desplegadas en Ucrania y aseguró que las tropas de Kiev las han utilizado “de manera adecuada y efectiva”.
Estados Unidos, Ucrania, Rusia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Sur destacan entre los países que no han firmado la Convención Internacional contra las Municiones de Racimo.