El artículo destaca que “el proceso de desoccidentalización del mundo se acelera rápidamente desde hace varios meses” y podría seguir avanzando en 2024, toda vez que los conflictos apoyados por Occidente “hace tiempo que no producen victorias”.
“Cada vez se habla más de un fracaso en Ucrania y de un punto muerto en torno a Israel y Gaza. El año 2024 y el posible aplazamiento de las elecciones ucranianas, la celebración de elecciones europeas, estadounidenses, rusas y quizás israelíes, barajarán claramente las cartas de la política mundial”, se lee en el artículo firmado por el investigador en relaciones internacionales Sebastien Boussois.
El especialista prevé que este año que inicia debilitará a Occidente debido al número de elecciones estratégicas, o por la negativa de algunos gobiernos a celebrarlas, como podría ser el caso de Ucrania, donde el presidente Volodímir Zelenski ya adelantó que podría no convocarlas debido al conflicto con Rusia.
Acerca de Rusia, Boussois cree que el presidente Vladímir Putin podría resultar fortalecido este año tras anunciar su candidatura, gracias a un posible cambio en la Casa Blanca y las elecciones europeas, que presumiblemente debilitarán el apoyo económico y militar que hasta ahora ha recibido Ucrania.
“Un antiguo diputado del Parlamento Europeo me lo confirmó: Rusia tiene una fuerza que no tienen ni Estados Unidos ni Europa (…) Los europeos y los estadounidenses ya no podrán apoyar materialmente a Ucrania y tendrán que empujarla de nuevo a la mesa de negociaciones”, escribió el especialista.
Boussois asegura que a estas alturas, cuando están cerca de cumplirse los primeros dos años del inicio de la operación especial rusa, la opinión pública empieza a cansarse del conflicto de Ucrania y del coste que supone para estadounidenses y europeos apoyarlo.
En torno a Israel, que sigue bombardeando Gaza de manera indiscriminada, Boussois subraya que Estados Unidos apoya al país hebreo mientras la opinión pública se levanta contra Tel Aviv, lo que debilita la posición de Estados Unidos, que se verá cada vez más aislado en el futuro.
