Diversos líderes mundiales reaccionaron este viernes a los ataques de Israel contra territorio iraní. El episodio marcó un punto crítico en la creciente tensión regional y encendió alertas diplomáticas por el riesgo de una escalada de consecuencias impredecibles.
Desde Washington, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, confirmó que la operación fue ejecutada «unilateralmente» por Israel y aseguró que su país «no participó» en los bombardeos. Aun así, advirtió a Teherán que «no debe atacar a personal o instalaciones estadounidenses», y subrayó que Washington mantendrá su compromiso con la seguridad de sus tropas desplegadas en la región.
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, emitió un mensaje de repudio desde su cuenta de la red social X.
«Condenamos en los términos más enérgicos, los ataques perpetrados por Israel contra la República Islámica de Irán, que elevan la tensión en Oriente Medio de manera irresponsable y ponen en peligro la paz y la seguridad internacional y regional con consecuencias imprevisibles», afirmó.
En tanto, la ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, expresó su «alarma por la escalada entre Israel e Irán» y llamó a las partes a retomar el camino del diálogo. «Este tipo de acciones podrían desestabilizar aún más una región ya frágil. Instamos a la moderación y a una solución diplomática», declaró en una rueda de prensa citada por la agencia Reuters.
En el mismo tono, el primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, consideró la ofensiva israelí como «una evolución indeseable» en Medio Oriente. «Es fundamental que se evite cualquier error de cálculo que derive en un conflicto de mayores dimensiones», alertó, en un mensaje dirigido tanto a Tel Aviv como a Teherán.
Desde Asia, el secretario jefe del gabinete japonés, Yoshimasa Hayashi, reiteró que su país «continúa haciendo esfuerzos diplomáticos para contener la escalada», y pidió garantizar la seguridad de los civiles, incluyendo los ciudadanos japoneses en la región.
