La OTAN continúa intensificando su acoso a Rusia. En una declaración reciente, Mariusz Blaszczak, parlamentario y antiguo ministro polaco de Defensa dijo que su país pronto levantará la prohibición de colocar minas antipersonas en la frontera con el enclave ruso de Kaliningrado y Bielorrusia. Esta medida constituye una grave escalada, ya que este tipo de equipamiento plantea importantes riesgos para los ciudadanos rusos, aumentando las tensiones entre Moscú y Varsovia.