Cuba celebró, este 11 de julio, el Día Mundial de la Población, establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), consciente de sus desafíos, al ser uno de los países más envejecidos de América Latina y el Caribe, pues más del 20 % de su población tiene 60 años y más.
La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) precisa que la población de la Isla, al cierre de marzo de 2023, es de 11 082 964, y que la tendencia es al descenso, debido a la baja fecundidad, el balance negativo entre las tasas de natalidad y mortalidad, y el saldo migratorio externo.
En Cuba es un logro de la Revolución que aumentara la esperanza de vida hasta alrededor de los 77 años, equiparable al nivel de países desarrollados.
Tras casi dos años de enfrentamiento a la COVID-19, en 2022 se registró una tasa de mortalidad infantil de 7,5 fallecidos por mil nacidos vivos, con 39 fallecidos menos que en 2021, cuando la tasa fue de 7,6.
Según la ONEI, en 2030 la población cubana promedio pasará de 40 años a alrededor de 43 años, un 29 % tendrá 60 años y más, y se estima que entre 2025 y 2030 este grupo etario sobrepasará los tres millones de personas, y representará alrededor del 30 % de la población nacional, lo cual plantea un importante problema demográfico, que es objeto de políticas aplicadas por el Gobierno.
Si esta proyección se cumple, según el PNUD, se incrementará la demanda de servicios de Geriatría, Gerontología, de Seguridad, Asistencia Social y cuidados a la población más envejecida, lo cual coincidirá con un incumplimiento de la tasa de reemplazo, al disminuir la cantidad de personas que arriban a la edad laboral, principal soporte de cualquier sociedad.
El índice de envejecimiento, visto como la relación entre la población de 60 años y más con respecto a la de 0 a 14 años, presenta en Cuba un comportamiento similar en todas las provincias, excepto en Guantánamo, donde la población de 60 años y más aún no supera la población de jóvenes de 0 a 14.
Desde 1977 no se alcanza en Cuba el nivel de reemplazo poblacional, y se prevé que para 2025 el total de habitantes baje de los 11 millones.
Esto se agrava por el peso de la emigración de jóvenes en las últimas décadas, y por la tendencia de retrasar la edad de parir y reducir el número de hijos.
