A principios de marzo de 2022 fueron detenidos los hermanos y camaradas Mikhail Kononovich y Aleksander Kononovich, secretario de la Unión de la Juventud Comunista Leninista de Ucrania. Esta detención se produjo por la acusación de ser espías de Rusia y Bielorrusia, una excusa para perseguir el movimiento comunista en Ucrania, que a finales de 2015 ya ilegalizó los tres partidos comunistas; casi un año y medio después de la masacre de Odessa del 2 de mayo de 2014, contra la militancia antifascista y comunista.