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Dos hipótesis razonables sobre la crisis y el terrorismo
Nos dijeron que había una “crisis económica”. Era mentira. Fue un invento de los “mercados” para enriquecer a una minoría, aburrida de ganar “poco”. No era crisis, era una estafa.
Sobra el matiz, señor alcalde
Los protectores de los "valores" del nacional-catolicismo español entran en acción. Unos desconocidos- conocidos por todos, dicho sea de paso- intentaron incendiar una pequeña...
Good morning, Libia
Lunes, 9 noviembre 2015, hora: 9:32:59
La destrucción de la poesía
El comandante Corrales dejó la bolsa con treinta gramos de heroína en la vivienda del camello conocido como el “El Chinchilla”. Era una droga desconocida hasta ese momento en la Canarias de los años 70.
Derecha latinoamericana: Una plaga a erradicar en la Patria Grande
Solo pasando algunas páginas de las últimas décadas del siglo XX y los años transcurridos de la actual centuria, es suficiente para afirmar que la derecha tradicional latinoamericana es como una plaga que arrasa con los países, cuando está en el poder, y daña también, desde la oposición, las cosechas que gobiernos progresistas cultivan en favor de los pueblos.
Celebración de la codicia
La inmoralidad de gastarse casi un millón de euros en el desfile del próximo 15 de Octubre en Madrid pone los pelos de punta,...
Cifuentes y la vergüenza
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha dicho en relación a la celebración de la Diada en Cataluña el pasado viernes, que fue “un espectáculo vergonzoso”.
Que tus muertos te acompañen
La exministra "socialista" Trinidad Jiménez anuncia que dejará la vida política cuando concluya la legislatura tras haber "sido todo" en política.
El asesinato de estado de Bartolomé García
A Bartolomé García, joven estudiante de Magisterio de 21 años, lo acribilló a balazos la siniestra policía del post franquismo en Somosierra (Santa Cruz...
Las tres rosas del salitre
Cuando sacaron de su casa a Julia Lafora, la maestra de Triana, era de madrugada, apenas tuvo tiempo de vestirse, se quitó el camisón en presencia de los falangistas que la custodiaban, para ponerse el vestido negro de luto por su marido fusilado dos días antes.