Mediante una publicación en su canal de Telegram, Dmytro Zhyvytskyy, gobernador de Óblast (provincia) de Sumy, informó el lunes que más de 70 soldados ucranianos perdieron la vida en un ataque de Rusia a una base militar en Ojtirka, una ciudad entre Járkov y Kiev (capital de Ucrania).
Zhyvytskyy publicó imágenes y vídeos que muestran los supuestos restos carbonizados de un edificio de cuatro plantas y cuerpos de soldados muertos.
La misma jornada, Rusia informó que sus fuerzas han destruido más de 1100 instalaciones militares de Ucrania desde el inicio de la “operación militar especial” lanzada el jueves pasado.
Agregó que su Aviación logró la supremacía aérea sobre todo el territorio ucraniano, destruyendo ocho vehículos de combate Buk M-1, complejos de la defensa antiaérea S-300 y Buk M-1, tres posiciones de radio con estaciones P-14, cuatro aviones de combate en tierra y uno en el aire, sólo en 24 horas.
Rusia lleva desde el jueves una “operación militar especial” en territorio ucraniano para defender a los ciudadanos de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, cuyas autoridades habían solicitado a Moscú ayuda para repeler las agresiones del Gobierno de Kiev y evitar una catástrofe humanitaria.
La operación fue lanzada después de repetidas peticiones sin respuestas de Moscú para tomar una vía diplomática que zanjara la elevada tensión con el Occidente por Ucrania.
Entretanto, Moscú ha dejado claro que usa armas de alta precisión para incapacitar la infraestructura militar de Ucrania y que no realizará ningún ataque de misiles y artillería contra los ciudadanos ucranianos, por lo que no hay amenaza para la población civil.
