“Como decían los clásicos, ‘soñar es gratis’”, declaró el jueves la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajarova, en reacción a las declaraciones del presidente polaco, Andrzej Duda, sobre la posibilidad de convertir el mar Báltico en el “mar interior” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con la incorporación de Suecia y Finlandia al bloque militar.
La vocera señaló que el mar Báltico está rodeado no solo por los territorios de los Estados miembros de la Alianza Atlántica, sino también por el país euroasiático.
De hecho, no se puede considerar el mar Báltico como interno a la OTAN, remarcó la diplomática rusa, para luego puntualizar que la adhesión de Helsinki y Estocolmo al bloque militar no influye en este hecho, por mucho que Polonia y otros países lo deseen.
Refiriéndose a esta incorporación de los dos Estados a la OTAN, la vocera rusa puso énfasis en que la reacción de Moscú estará de acuerdo con el alcance de las amenazas a la seguridad del país euroasiático que surjan en este sentido.
“Si es necesario, se tomarán todas las medidas militares y técnicas compensatorias, incluidas las de las aguas del llamado ‘mar interior’”, ironizó Zajarova.
En mayo, Finlandia y Suecia solicitaron unirse a la OTAN, en medio del desarrollo del conflicto entre Rusia y Ucrania, y el 5 de julio ambas firmaron los protocolos de adhesión al bloque, convirtiéndose en miembros ‘de facto’.
No obstante, Rusia rechaza el ingreso de los dos países nórdicos en el bloque militar occidental, encabezado por EE.UU., por considerarlo un factor “desestabilizador”.
En este contexto, el jefe de Estado ruso, Vladímir Putin, advirtió en junio de tal adhesión, asegurando que, si el bloque militar despliega equipos en estos países, Rusia responderá “de manera recíproca” y “creará las mismas amenazas para aquellos territorios”.
