El término “semita”, inicialmente aplicado a los árabes, sin importar que fuesen judíos, cristianos o musulmanes, se utiliza ahora para designar a los judíos, sean semitas (sefarditas) o europeos (askenazíes). Subrayando ese “deslizamiento” semántico, el autor mexicano Alfredo Jalife ridiculiza la propaganda del primer ministro israelí Benyamin Netanyahu.