Las fuerzas de Sanaa continuaron sus operaciones contra los buques que violan la prohibición de dirigirse a puertos israelíes, en momentos en que el líder del movimiento Ansarulá, Abdul-Malik al-Huzí, advertía a los portaaviones que no se acercaran a aguas yemeníes tras la retirada del portaaviones estadounidense Eisenhower, que, según dijo, había huido del Mar Rojo bajo los ataques yemeníes. Además, se refirió a una serie de nuevas armas que habían entrado en la batalla, incluidos los barcos no tripulados “Tufan” y los misiles hipersónicos. El portavoz de las fuerzas de Sanaa, el general de brigada Yahya Sarii, confirmó la implementación de dos nuevas operaciones militares, una de ellas conjunta con la resistencia iraquí, contra un objetivo sensible en la ciudad ocupada de Haifa.