En 1588, Felipe II organizó una expedición para luchar contra los ingleses. Las duras condiciones meteorológicas hicieron que esta fuera derrotada y de ahí la famosa frase que se le atribuye al monarca : ”No mandé a mis barcos a luchar contra los elementos”. Algo parecido les pasó a los compañeros de Acerinox: fueron a “pelear” contra la patronal y se encontraron con los elementos. ¡Y vaya ELEMENTOS!