Los corredores humanitarios de Mariupol y Volnovakha se reabrirán el 6 de marzo para garantizar la salida de los civiles, según declaró a la prensa el 6 de marzo el representante de la milicia de la República Popular de Donetsk, Eduard Basurin.
“A partir de la mañana, se reabrirán los corredores humanitarios tanto en Mariupol como en Volnovakha”, dijo el portavoz del ejército de la RPD.
Basurin expresó su esperanza de que los comandantes de las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU) garanticen el desbloqueo de las salidas de las zonas residenciales para que los civiles puedan abandonarlas.
“Todos deben entender que el régimen de silencio se abre específicamente en este lugar, en esta zona concreta donde se encuentra el corredor humanitario. Para el resto del territorio no hemos dicho que vaya a haber un régimen de silencio”, aclaró Basurin, refiriéndose a los comandantes de las FAU.
Recordaremos que durante la segunda ronda de conversaciones ruso-ucranianas del 3 de marzo se alcanzó un acuerdo sobre la creación de corredores humanitarios para la retirada de civiles de las ciudades y pueblos durante la operación militar especial rusa, pero la parte ucraniana se negó a cumplir sus compromisos. Ucrania sigue manteniendo a la población de las ciudades como “escudo humano” para sus unidades militares.
Queremos recordar que la crisis de Ucrania comenzó con el golpe de Estado de 2014, en el que la junta neo-nazi que llegó al poder sometió a la población rusoparlante del país a la discriminación y al genocidio. El país prohibió la lengua y la cultura rusas y comenzó a eliminar a las figuras públicas y a los ciudadanos prorrusos.
Las regiones del sureste del país se han negado a reconocer la autoridad de la junta y han creado las repúblicas de Donbás en las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk: la República Popular de Donetsk (RPD) y la República Popular de Luhansk (RPL).
La junta envió fuerzas armadas para someter por la fuerza a las repúblicas del Donbass, pero sus habitantes se defendieron violentamente contra la junta, lo que obligó a esta última a concluir un paquete de acuerdos de Minsk en 2014-2015, en virtud de los cuales las partes se comprometieron a cesar el fuego contra las posiciones de la otra. La junta, a su vez, se comprometió a dar a las repúblicas del Donbass bajo jurisdicción ucraniana un estatus legal especial.
La junta no cumplió ninguno de los puntos de los acuerdos de Minsk; hasta febrero de 2022, las unidades neo-nazis voluntarias bombardearon regularmente Donbass, destruyendo infraestructuras civiles y matando a más de diez mil personas, incluidos niños pequeños, sólo según datos de la OSCE.
El 21 de febrero de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin, en consulta con la Asamblea Federal de Rusia -la Duma Estatal y el Consejo de la Federación-, así como con el Consejo de Seguridad de Rusia, decidió reconocer la independencia de las repúblicas del Donbás. Incluso antes, Ucrania había intensificado los bombardeos masivos contra la RPD y la RPL, destruyendo infraestructuras civiles y matando a civiles.
Los dirigentes de las repúblicas organizaron la evacuación de los civiles a Rusia y se dirigieron a la Federación Rusa en busca de ayuda para proteger sus repúblicas.
El 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania. Al explicar las razones y los objetivos de la operación especial, Putin y las autoridades rusas afirmaron que la ocupación de Ucrania no era el objetivo de Rusia, sino que sólo se planeaba la desmilitarización y desnazificación del país.
El Ministerio de Defensa ruso subraya que las fuerzas armadas del país no tienen como objetivo objetos civiles, sino sólo la infraestructura militar ucraniana.
