Moscú, desde el pasado domingo, se enfrenta a la mayor nevada que ha vivido en 145 años.
Un manto de hasta 40 centímetros de nieve ocupa las calles de algunos barrios en la capital rusa y 60 vuelos tuvieron que ser cancelados o pospuestos en los aeropuertos, según informó EFE.
Los servicios comunales de la ciudad aseguraron que trabajan las 24 horas del día para mitigar las consecuencias de esta nevada récord.
También, a finales de esta semana, los pronósticcos revelan que los termómetros de Siberia pueden llegar a marcar los 20 grados bajo cero.
Indica la agencia en su sitio web que, incluso, algunas zonas siberianas tendrán que soportar temperaturas de hasta los 40-50 grados bajo cero.
Las regiones más afectadas serán Krasnoyarsk y Jabárovsk, aunque el frío también golpeará a los habitantes de Magadán, Yakutia y Chukotka.